Ramón Rivera Ponce tiene varios años haciendo vehículos en miniatura con sobrantes de las bicicletas que repara en su taller.
Cuenta que se le ocurrió hacerlo durante un momento de ocio.
Rivera recuerda que agarró entre sus manos ejes traseros, parrilla, tapas de aceite, rulimanes y parte de pedales que habían quedado de su trabajo cotidiano y le salió una simpática camioneta.
>Vocación. Desde ese momento se dio cuenta que con materiales reciclados podía hacer figuras que han llamado la atención de muchos.
Rivera señala que un ciudadano del cantón Puerto López le ha comprado varios objetos para tenerlas de adorno de su domicilio.
Años atrás un turista de Estados Unidos se llevó un cuadrón que había hecho con mucha devoción.
“Estaba igualito a uno de verdad y le encantó a ese señor”, relata el mecánico de bicicletas, de 53 años de edad.
El oficio de reparar los “caballitos de acero” lo aprendió hace 30 años observando a otros.
Desde ese momento se puso un taller sobre la calle Ángel Rafael Álava.
Rivera dice que a muchos de los objetos que fabrica no le pone valor y lo deja a criterio del interesado.
>Valor. “En ocasiones me han dado 10 dólares, en otras 15, pero yo no me pongo a regatear con nadie”, señala.
Detalla que se dedica a hacer estas figuras en miniatura en sus ratos libres y que en estos momentos está recopilando material para completar un triciclo, igual como los de verdad, pero en cuerpo pequeño.
Se confiesa “hincha enfermo de Liga de Portoviejo” y por eso próximamente hará un bus con los colores del plantel universitario.
Indica que hace poco formó un equipo de índor para jugar un torneo organizado en su barrio con los distintivos del cuadro verde y blanco.
Fuente: El Diario